Te pongo un ejemplo de una consulta con un perro perteneciente a la raza American bully, que convivía con otro individuo de la misma raza (adoptado a la edad de un año) y con el que tenía problemas de agresividad. Previamente ya venía mostrando algunos problemas con otros perros. Su dueña me comentaba que sufrían de rechazo social por parte de personas que tienen otros perros y que se apartan al pasar o los miran con cara de asco. Por no hablar de que no pueden ni aparecer en los parques caninos. Progresivamente fueron pasando de no cruzarse ni estar con otros perros a tener que mudarse a una zona apartada en el campo.
Imagino que sabes qué es el periodo de socialización de los perros y gatos. Aunque todos los demás perros de otras razas puedan tener características similares a los PPP, pueden socializarse, siempre que el propietario se implique en hacerlo, claro. Sin embargo los PPP no tienen esta posibilidad, porque el resto del mundo no los deja hacerlo.
Es más, aunque de cachorro puedan hacerlo porque su aspecto no es como el del adulto y no dan miedo, en cuanto empiezan a crecer comienzan a sufrir este rechazo del que he hablado. Y entonces sufren de un proceso de desocialización. Dejan de tener contacto con perros, con personas y con diversos estímulos.
La genética, los cuidados maternales, el juego con los hermanos de camada, la socialización y la educación en positivo son fenómenos, procesos y procedimientos que tienen que ocurrir de la manera más cuidada y estudiada posible en cualquier perro, mediante la implicación directa del propietario y el asesoramiento de un especialista veterinario en conducta. Con ello conseguiremos que ese perro se acerque lo más posible, conductualmente hablando, al equilibrio.
Pero debe llevarse a cabo durante toda la vida, no vale implicarse 6 meses y luego me olvido.
Si tenemos un gato que ya rasca en un sitio no adecuado para nosotros la cosa es más complicada , pero no imposible. Lo que deberemos hacer es impedir el acceso de alguna manera al objeto rascado o cubrirlo con algún material desagradable al tacto para el gato, como plástico, papel de aluminio o papel de pegatina. Rociarlo con feromonas (fracción F3, Feliway) evitará que sea rascado, ya que ambas feromonas son incompatibles.